Durante el año pasado, la inversión privada representó 17.9% del producto interno bruto. Foto tomada de la cuenta oficial del CEEG

15 de ene. (Sentido Común) -- Las empresas globales en México hicieron eco de las dudas que tienen algunos inversionistas respecto a inyectar capital fresco en el país, por una mayor percepción de incertidumbre y hostilidad a la inversión privada.

     Claudia Jañez, la presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, dijo que los consejeros de las empresas internacionales con filiales en el país requieren que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador garantice un mayor cumplimiento del Estado de derecho, fortalezca el combate a los criminales y ofrezca reglas claras para realizar negocios aquí.

     “Nos está costando mucho trabajo convencer a nuestras casas matrices de continuar invirtiendo en México”, dijo Jañez, quien encabeza al organismo que agrupa a 51 empresas que representan 10% del producto interno bruto del país, en una rueda de prensa en Ciudad de México.

     Los representantes de las cúpulas empresariales usualmente destacaban la buena comunicación que tenían con el gobierno de López Obrador, a pesar de las dudas que había sobre el rumbo que tomaría su administración en materia de políticas públicas por su inclinación hacia una visión más nacionalista de la economía.

     Ahora, sin embargo, estos mismos líderes, que han apreciado los esfuerzos presidenciales por combatir la enraizada corrupción y desfilfarro en el pais, destacaron la necesidad de dar certeza y dejar atrás el encono hacia el sector privado, que creen que es un aliado clave para reactivar la actividad económica en el país, como incluso lo ha reconocido el propio López Obrador.

     “Necesitamos certidumbre, que no nos cambien las reglas, que ya estemos claros en la forma que se pueden implementar y que no exista, de facto, limitaciones a la inversión”, dijo Carlos Salazar Lomelín, quien preside el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el organismo interlocutor de los empresarios con el gobierno y quien estuvo presente acompañando a Jañez en la conferencia.

     Salazar Lomelín dijo que es necesario enviar un mensaje de certidumbre por parte del gobierno de López Obrador para dejar atrás los conflictos y aprovechar la “oportunidad única” que tiene México para que la actividad económica salga del estancamiento observado a lo largo de 2019, y que esto ocurra de la mano de una mayor inversión privada.

     La economía mexicana enfrentó una contracción durante el primer semestre de 2019 y nulo crecimiento en los primeros tres meses de la segunda mitad de ese año, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Una de las malas señales durante este periodo ha sido la constante caída en la inversión de maquinaria y equipo de construcción para ampliar la producción de empresas que están establecidas en el país.

     “Esto es inaceptable para un país como México, cuando tienes más de 40 tratados internacionales, cuando tienes pequeñas y medianas empresas, emprendedores y una plantilla laboral joven”, agregó Jañez, en el encuentro con medios. “Tenemos que ser mucho más activos y perdernos el miedo de trabajar juntos”.

    Para el cierre de 2019, la actividad económica y las inversiones no parece repuntar. El indicador de inversión fija bruta --que permite anticipar la producción futura del país con base en el gasto realizado en maquinaria y equipo-- disminuyó 1.5% en octubre contra septiembre, en cifras desestacionalizadas, anotando así su quinta baja en los últimos seis meses, de acuerdo con cifras del Inegi.

     Durante el año pasado, la inversión privada representó 17.9% del producto interno bruto, mientas que el sector público alcanzó la proporción de sólo 2.9%. En junio, la cúpula empresarial se comprometió a invertir hasta 35 mil millones de dólares adicionales, para que la proporción de la inversión privada escale hasta 20%, al tiempo que esperan que la pública suba a cuando menos 5%.

     Los empresarios esperan que parte de estas inversiones se materializen en el sector de infraestructura. El Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura, firmado por el sector privado y la administración lopezobradorista, puso en marcha inicialmente 147 proyectos por un valor de 859 mil 22 millones de pesos (45 mil 700 millones de dólares).

     En este mismo acuerdo, publicado en noviembre, la cúpula empresarial señaló que identificaron mil 600 proyectos de inversión en infraestructura que podrían contribuir a lograr un crecimiento superior al 4% propuesto por López Obrador durante su campaña presidencial de 2018.

     Claro que, si bien hay un buen panorama en infraestructura, existen otros sectores potenciales, como el energético, en el que las nuevas inversiones permanecen detenidas por la falta de claridad en las reglas. Un ejemplo de esto ocurrió con el cambio en la regulación sobre la emisión de Certificados de Energía Limpia (CEL), que otorgaba el gobierno mexicano a las empresas que generaban energías renovables y que permitía a sus poseedores tener beneficios adicionales.

     Ahora, México decidió modificar las reglas de otorgamiento de CELs, lo que abre la puerta a que la empresa eléctrica estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), obtenga estos permisos y haga menos atractivas las inversiones en el mercado de energías limpias.

     “Habiendo quien quiere invertir en generación de electricidad, no se les está dando las oportunidades de invertir”, agregó Salazar Lomelín.

     El presidente de CCE añadió que México tiene una oportunidad única para fomentar la inversión privada luego que se disipó ya un factor de incertidumbre con la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido aquí como T-MEC.

 

 


Fecha de publicación: 15/01/2020

Etiquetas: inversión privada CCE empresas globales México