11 de nov. (Sentido Común) -- El gobierno de México dará asilo político a Evo Morales, el expresidente de Bolivia, por razones humanitarias y porque su vida corre peligro en caso de permanecer en ese país tras su renuncia, informó Marcelo Ebrard Casaubón, el secretario de Relaciones Exteriores.

     México ya había ofrecido desde ayer dar asilo a Morales y a otros funcionarios y legisladores bolivianos, tras la renuncia del mandatario de 60 años y exlíder del sindicato de cocaleros boliviano, por lo que ahora será turnada al Senado para que sea aprobada.

     “Les informo que hace unos momentos recibí una llamada del presidente Evo Morales, mediante la cual respondió a nuestra invitación y solicitó verbal y formalmente asilo político en nuestro país”, dijo el canciller Ebrard, en un mensaje a medios de comunicación.

     Es muy probable que el Senado otorgue su aval, dado que el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) cuenta con mayoría en la Cámara Alta y ante el historial en materia de política exterior del gobierno mexicano.

     “El otorgamiento de asilo es un derecho soberano del Estado mexicano que va acorde con sus principios normativos en política exterior de protección de los derechos humanos, de respeto a la autodeterminación de los pueblos, de solución pacífica de controversias y de no intervención”, dijo el titular de Relaciones Exteriores.

     Previamente, en la conferencia matutina de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno del país ya había calificado los sucesos del fin de semana en Bolivia como un golpe de Estado, porque la renuncia del mandatario fue resultado de presiones del ejército de ese país.

     La administración de López Obrador, quien ha abanderado una política de no intervención en asuntos soberanos de otras naciones, dijo que el conflicto político en Bolivia es un retroceso democrático en la región, por lo que ofrecieron convertirse en asilo de los funcionarios que consideraran que su vida está en riesgo.

     “Lo que ayer se produjo, lo consideramos un golpe. . . el ejército de Bolivia pidió la renuncia del presidente y el presidente Evo Morales resolvió presentar su renuncia para evitar una guerra civil. Por consiguiente, es un golpe”, dijo por la mañana el canciller Ebrard Casaubón, en la conferencia matutina del presidente. “Reivindicar, demandar el respeto al orden constitucional y a la democracia en Bolivia, esa es la posición que México quiere hacer valer”.

     Así mismo, Ebrard dijo que México buscará convocar una reunión de urgencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA), para que exista un pronunciamiento conjunto y búsqueda de soluciones a la crisis política en Bolivia.

     “Vamos a solicitar en consecuencia también una reunión urgente de la Organización de los Estados Americanos, porque a pesar de la gravedad de los acontecimientos lo que hubo ayer frente al pronunciamiento militar y las operaciones policiales fue el silencio”, dijo el canciller ante medios.

     Morales, quien tiene 60 años de edad y buscaba su cuarto periodo en el cargo, renunció al poder el domingo, acusado de promover un fraude para evitar una segunda vuelta electoral que amenazaba con impedir su reelección.

     El resultado de la elección del 20 de octubre, que dio la victoria a Morales en primera ronda, fue cuestionado por observadores especializados de la OEA, quienes detectaron hechos que constituían fraude, por lo que sugirieron convocar a una segunda ronda.

     El organismo internacional con sede en Washington, D.C., dijo que su auditoría había arrojado una clara manipulación del sistema de votación.

     Morales aceptó, luego de varias jornadas de protestas sociales, convocar una nueva elección para reducir las tensiones sociales, sin embargo, optó por dejar el cargo cuando los militares le dieron la espalda.

     El presidente López Obrador dijo esta mañana que México reconoce la actuación de Morales, porque evitó un mayor enfrentamiento en las calles del país que pudo desencadenar incluso en una guerra civil.

     “Desde ayer expresé mi reconocimiento al presidente Evo Morales porque prefirió renunciar a exponer la vida de sus conciudadanos, eso es muy importante”, dijo el primer mandatario, en su conferencia de prensa matutina.

     La razón por la que México consideró la renuncia de Morales como un golpe de Estado, fue porque fue motivada por una sugerencia, para muchos amenaza, de las fuerzas armadas de su país.

     “Todos los casos en los que ha habido una intervención por la fuerza militar o policial o combinada, han terminado en grandes tragedias para nuestros pueblos”, dijo el canciller en la conferencia matutina.

     Por su parte, la Secretaría General de la OEA publicó un comunicado en el que, sin posicionarse específicamente, llama a la constitucionalidad y a la democracia en la situación boliviana.

     “Frente a la crisis política e institucional en Bolivia, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos rechaza cualquier salida inconstitucional a la situación. . . llama a la pacificación y al respeto al Estado de Derecho”, dijo la organización, que cuenta con 35 países miembros.

     Morales, quien llegó al poder en 2005, declaró que renunciaría después de tres mandatos, pero hace unos años abandonó esa postura y trató de enmendar la Constitución para postularse para un cuarto mandato. Los votantes rechazaron por poco esa medida en un referéndum que organizó el presidente en 2016.

     Sin embargo, Morales acudió al Tribunal Constitucional, cuyos miembros son partidarios de su régimen, quien determino que el poner un término al gobierno de Morales limita sus derechos humanos, concediéndole el derecho de postularse al cargo de manera indefinida.

     A pesar de la cuestionable democracia en las instituciones políticas de Bolivia, el rompimiento de la continuidad política con la remoción del presidente es visto con malos ojos, ya que deja un vacío de poder que podría ser peligroso para la estabilidad en ese país, y en la región de Latinoamérica.

     “Nosotros lo vemos como un grave retroceso para la vida democrática de todo el continente; o sea, los golpes militares nunca han traído nada positivo, van en contra, suspenden la vida democrática, las libertades, los derechos de las personas; por consiguiente, estamos muy preocupados”, dijo el canciller esta mañana.

     Incluso, algunas agencias calificadoras, como Moody’s Investors Service, ya giraron la mirada hacia Bolivia, advirtiendo riesgos macroeconómicos y crediticios, en caso de no resolverse pronto la crisis de gobernabilidad.

     “Si bien los riesgos asociados con el largo historial de transiciones políticas turbulentas en Bolivia ya están incorporados en nuestra evaluación del riesgo político en el país, un período prolongado de incertidumbre política pesará sobre el crecimiento económico y exacerbará el deterioro de colchones fiscales y externos que dan un apoyo clave al perfil crediticio soberano”, dijo William Foster, vicepresidente en Moody’s, en un reporte.

     Claro quien también hubo quien vio como positiva la salida de Morales, porque intentaba perpetrarse en el poder mediante trampas.

     El presidente estadounidense, Donald J. Trump, se pronunció a favor del pueblo boliviano y de sus fuerzas armadas, quienes considera lograron avanzar un paso más hacia la democracia en ese país.

     “Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por exigir libertad y al ejército boliviano por cumplir su juramento de proteger no solo a una persona, sino a la constitución de Bolivia”, dijo el mandatario, a través de un comunicado. “Estos sucesos envían una fuerte señal a los regímenes ilegítimos en Venezuela y Nicaragua de que la democracia y la voluntad del pueblo siempre prevalecerán”.

     De acuerdo con versiones de prensa, el ahora expresidente Morales volará hoy mismo a México en una aeronave del gobierno.

Fecha de publicación: 11/11/2019