El secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, habla durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador para explicar el asesinato de varios miembros de la familia Lebarón en el estado de Sonora. Foto Oficina de la Presidencia.

5 de nov. (Sentido Común) -- Con el asesinato en el estado de Sonora de nueve miembros de la familia LeBarón, de nacionalidad estadounidense y mexicana, la presión de Estados Unidos sobre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir de frente a las organizaciones criminales que han azotado al país a lo largo de los últimos 12 años subió de nivel.

     Si bien al parecer el mandatario mexicano pudo dialogar por teléfono con el presidente estadounidense Donald J. Trump de manera respetuosa sobre el asesinato de tres mujeres y seis menores, los comentarios previos a esa conversación dejaron entrever visiones opuestas sobre cómo enfrentar la violencia en México.

     “Es tiempo para que México, con la ayuda de Estados Unidos, lance una GUERRA contra los carteles de la droga y borrarlos de la faz de la tierra. Estamos a la espera de una llamada de su gran presidente", escribió Trump en su cuenta de la red social Twitter por la mañana en relación al a la emboscada perpetrada contra los miembros de la familia LeBarón y antes de la llamada con López Obrador.

     Por su parte, el presidente de México al enterarse del mensaje de su contraparte estadounidense, agradeció el planteamiento de colaboración, pero rechazó la posibilidad de modificar su estrategia de buscar la seguridad de la población en territorio mexicano con una mayor presencia de fuerzas del orden, pero sin retar o confrontar a las organizaciones criminales, aunque eso no implica que dejará de intentar atrapar y castigar a quienes perpetraron la masacre contra los LeBarón, incluyendo dos gemelos de seis meses quemados en el interior de un vehículo y un menor de un año con un disparo en la espalda.

     “Le agradecemos mucho, mucho al presidente Trump, a cualquier gobierno extranjero que quiera cooperar, que quiera ayudar, pero en estos casos nosotros tenemos que actuar con independencia de conformidad con nuestra Constitución y con nuestra tradición de independencia y de soberanía”, dijo el presidente de México durante su conferencia de prensa matutina. “Va a haber inteligencia, que hace falta más que la fuerza, hay inteligencia más que fuerza, y persecución a criminales, castigo”.

     No es claro cómo ocurrió la masacre o el motivo detrás de ella.

     Hasta ahora, las autoridades saben que un convoy de tres camionetas con 17 miembros de la familia LeBarón, tres mujeres y 14 menores, viajaban del poblado de Bavispe, en Sonora, a la Colonia LeBarón, en el municipio de Galeana, en Chihuahua, una ruta de terracería que realizaba la familia con frecuencia por unir dos lugares donde habitan miembros de la comunidad Mormón, a la que pertenecen los LeBarón.

     Fue en ese trayecto cuando los vehículos fueron atacados, rociados de balas y uno de ellos, en el que murieron los gemelos, incinerado.

     De acuerdo a reportes periodísticos, el convoy no estaba junto al momento del ataque, ya que una de las camionetas enfrentó un desperfecto y su conductora prefirió regresar para cambiar el vehículo, aunque no llegó a su destino al ser también emboscada.

     Las autoridades dijeron que, de los 14 menores, siete sobrevivieron, aunque cinco de ellos con heridas por lo que fueron trasladados a petición de otros miembros de la familia LeBarón a Phoenix, Arizona.

     El secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dijo durante la conferencia matutina de López Obrador, que el convoy pudo haber sido confundido por grupos delictivos que disputan el control de esa zona, que es poco poblada.

     Sin embargo, para Adrián Lebarón, padre de Rhonita María Miller, una de las tres mujeres asesinadas, es poco probable que el incidente se hubiese debido a una probable confusión por una posible disputa entre bandas criminales.

     “Accidente no fue, equivocación no fue”, dijo el padre y abuelo de varias de las víctimas, en una entrevista por teléfono con la cadena de televisión CNN Español, agregando que la comunidad había recibido llamadas del crimen organizado en las que les advertían no ser “metiches”.

     En 2009, dos miembros de la familia LeBarón fueron asesinados por sus actividades en contra del crimen organizado en la zona y por su decisión de luchar y solicitar la ayuda del gobierno contra esas bandas criminales

     Por su parte, el presidente López Obrador pidió no especular ni elaborar hipótesis de las causas de los homicidios hasta que se tenga la información completa de lo que ocurrió.

     Claro que, en cuanto a la petición de modificar la estrategia para atacar con fuerza a los carteles de la droga, el presidente rechazó una y otra vez esa sugerencia al estar convencido de que no es posible combatir la violencia con más violencia como ya ocurrió sin éxito en el pasado.

     “Nosotros pensamos que la violencia, lo voy a volver a repetir, no se puede enfrentar con violencia, llegamos a esto precisamente porque se quería apagar el fuego con el fuego”, dijo López Obrador en la conferencia, en una clara referencia a la solicitud de Trump de lanzar un ataque fulminante contra los carteles de la droga. “Claro que es muy doloroso, claro que quisiéramos que esto no sucediera, pero no pensamos que, acribillando, masacrando, con el uso de la fuerza, a sangre y fuego se resuelva el problema”.

     La postura del presidente recibió incluso cierto respaldo por parte de un miembro de la familia LeBarón, quien pidió al presidente Trump ayudar a México con el freno al tráfico de armas, provenientes de Estados Unidos.

     “¿Quiere ayudar? Enfóquese en reducir el consumo de drogas en Estados Unidos. ¿Quiere ayudar más? Detenga. . . la inyección sistemática de armas de alto calibre en México. . . Por favor ayude @realDonaldTrump”, escribió Alex LeBarón, en su cuenta de la red social Twitter.

     Claro que muy probablemente la negativa de López Obrador a cambiar su táctica no fue del agrado de Trump, ya que el comunicado que emitió la Casa Blanca tras la conversación telefónica que tuvieron los dos mandatarios fue escueto y oficial.

     “El presidente Trump dejó en claro que Estados Unidos condena estos actos de violencia sin sentido que cobraron la vida de nueve ciudadanos estadounidenses y ofreció asistencia a México para garantizar que los perpetradores se enfrenten a la justicia”, escribió la oficina de la presidencia estadounidense. “Los dos líderes también discutieron la cooperación fronteriza en curso y los fuertes lazos bilaterales entre los Estados Unidos y México”.

     Un mensaje que contrastó con otro tuit que mandó temprano Trump, previo a la llamada.

     “Si México necesita ayuda para limpiar estos monstruos, Estados Unidos está listo, deseoso y preparado para involucrarse y hacer el trabajo de forma rápida y efectiva”, escribió el mandatario.

     Pero a pesar de la negativa a modificar su estrategia de seguridad, principalmente porque hasta ahora el combate frontal al crimen organizado ha dejado 250 mil muertos en México, más decenas de miles más de desaparecidos, López Obrador dijo estar dispuesto a explorar todas las vías de colaboración que podrían darse entre las dos naciones, incluyendo un acercamiento con las agencias policiacas de aquel país.

     “Claro que sí [podría colaborar con el FBI], cuidando nada más lo que tiene que ver con nuestra independencia, somos un país libre y soberano”, agregó López Obrador en su conferencia. “Entonces, no puede intervenir otro gobierno en nuestro territorio si no existe un acuerdo de cooperación y desde luego la solicitud expresa de nuestro gobierno”.

 


Fecha de publicación: 05/11/2019

Etiquetas: México economía gobierno legalidad EUA armas tráfico violencia crimen drogas