El gasoducto marino de 772 kilómetros requirió una inversión de dos mil 600 millones de dólares. Foto de IEnova

17 de sep. (Sentido Común) -- El ducto marino Sur de Texas-Tuxpan, uno de los proyectos de infraestructura energética más importantes establecidos por la pasada administración del gobierno federal, inició operaciones comerciales hoy luego de varios meses de conflicto, un hecho que permitirá incrementaren 40% la capacidad de importación de gas natural del país.

     La Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa de energía eléctrica del Estado, otorgó el visto bueno a Infraestructura Marina del Golfo (IMG), la sociedad establecida por las compañías de transporte y almacenamiento de energéticos Infraestructura Energética Nova (IEnova) y TC Energy, para poner en marcha la obra que estaba lista para operar desde junio pero que requeria ese visto bueno.

     CFE retuvo la entrega de esa autorización por la disputa contractual que sostenian con IMG y que finalmente logró resolver a través de una negociación entre los más altos ejecutivos de ambas compañías.

     “Tras haber alcanzado el acuerdo con la CFE. . . este importante proyecto de infraestructura energética provee un vínculo fundamental entre el abundante abasto de gas natural de bajo costo y los mercados crecientes en México para las décadas por venir", dijo Robert Jones, presidente de TC Energía en México, citado en un comunicado.

      El inicio de las operaciones del gasoducto marino, un proyecto que requirió una inversión de dos mil 600 millones de dólares, representa la activación del segundo de los siete ductos por los que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador negoció un cambio en los términos de los contratos que en un inicio calificó de "leoninos”, debido a cláusulas que establecían que las empresas que no podían concluir a tiempo la edificación de los ductos, debido a problemas ajenos a su responsabilidad, podían recibir pagos por parte de la CFE.

     Además, bajo las interpretaciones que hacían las empresas de esas cláusulas, CFE debia pagar a las empresas las cuotas de transporte como si los ductos estuviesen funcionando, algo a lo que se oponia la nueva administración de la empresa eléctrica estatal, aun cuando cuando iniciara el proyecto esos pagos se aplicarían a la prestación del servicio de transporte de gas natural.

     Los otros seis gasoductos que tenían disputas contractuales también irán activando sus operaciones. El segundo que lo hará muy probablemente será el que corre de la región de La Laguna, en los estados de Coahuila y Durango, a la capital del estado de Aguascalientes, y que desarrolló la empresa de infraestructura Fermaca. Ese ducto está programado para iniciar opraciones este mismo mes.

     En el caso de la ducto Marino, su construcción, acordada inicialmente en 2016, debió haber concluido en octubre del 2018, pero se retrasó nueve meses por condiciones ajenas a las empresas responsables --principalmente meteorológicas--, un hecho que activó el pago de un cargo fijo por capacidad, que fue acordado por la pasada administración de CFE.

     Tras la renegociación de términos con el nuevo gobierno, las empresas constructoras y operadoras de los gasoductos aceptaron devolver los pagos recibidos por la empresa productiva del Estado, a cambio de ampliar el periodo de los contratos de transporte de gas natural, entre cinco y 10 años, así como el volumen que la empresa comprará.

      “Se demuestra que mediante el diálogo puede llegarse a acuerdos favorables para nuestra nación”, dijo López Obrador a finales de agosto en su conferencia de prensa matutina, cuando anunció el acuerdo entre CFE y tres de las cuatro empresas constructoras de gasoductos. “Tenemos que agradecer el día de hoy la voluntad de los empresarios para llegar a un acuerdo mediante el diálogo, poniendo por delante el interés nacional y considerando también el interés legítimo de las empresas”.

     La infraestructura del gasoducto Marino, controlada en 60% por TC Energy, anteriormente conocida como TransCanada, y 40% por IEnova, importará gas natural del sur de Estados Unidos para abastecer a las plantas de generación de electricidad localizadas en Altamira, Tuxpan, así como en el centro del país. Esto último mediante conexiones con los ductos de Tuxpan y Tamazunchale, pertenecientes a TC Energy, y por el Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural, operado por las autoridades mexicanas.

     El gasoducto, con capacidad para transportar dos mil 600 millones de pies cúbicos al día, corre mar adentro a partir de la frontera con los Estados Unidos, cerca de Brownsville, Texas, a Altamira, en Tamaulipas, desde donde continúa hacia Tuxpan, en el estado de Veracruz.

    Como parte del proyecto, se construyó la estación de compresión más grande del país, ubicada en Altamira.

     En el otro extremo, el ducto conecta con el gasoducto Valley Crossing, que fue construido por la también canadiense Enbridge, y conecta Corpus Christi, en el estado de Texas, con el Golfo de México.

     “Este gasoducto es un proyecto estratégico para el sector energético del país. Con una inversión aproximada de 2,500 millones de dólares, tiene una longitud de 772 kilómetros y un diámetro de 42 pulgadas”, dijo CFE, en un comunicado.

     Este tipo de infraestructura busca beneficiarse de los bajos precios del gas natural provenientes de zonas como el oeste de Texas, que han observado un exceso de oferta de este hidrocarburo, como un subproducto de la extracción de crudo en esa región en los años recientes.

     Las compañías que controlan el ducto no ofrecieron detalle sobre los niveles de gas natural que importará el ducto en su etapa inicial, pero señalaron que su capacidad total permitirá a México incrementar en 40% la capacidad de importación de este hidrocarburo, asegurando con ello el abastecimiento en zonas que hoy presentan déficit de suministro.

     "Este importante proyecto garantizará el abasto confiable y seguro de un combustible económico, eficiente y amigable con el medio ambiente para promover el desarrollo económico, la creación de empleos y el bienestar de los mexicanos, dijo Tania Ortiz, Directora General de IEnova, en otro comunicado.

     La obra mejorará el suministro a algunas regiones, como el sureste y centro de México, que han enfrentado escasez, una situación que incluso generó complicaciones en cadenas de suministro a las que están vinculadas empresas como Petróleos Mexicanos, la empresa petrolera estatal, o Alpek, el brazo petroquímico del grupo industrial mexicano Alfa.

      Estas obras “permiten hacer uso del gas de forma más económica, así como la posible sustitución del diésel”, escribió en un reporte para sus clientes Elisa Alejandra Vargas, analista de Casa de Bolsa Ve por Más, el mes pasado. “De igual forma garantizan el suministro de gas para la industria eléctrica, e impulsan el desarrollo del país”.

 


Fecha de publicación: 17/09/2019

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