Arturo Herrera, el secretario de Hacienda y Crédito Público, detalla aspectos del proyecto de presupuesto de 2020 ante reporteros en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto de la Oficina de la Presidencia.

9 de sep. (Sentido Común) -- El programa económico del gobierno de México para el año entrante fue, en general, bien visto por la mayoría de los analistas del sector privado del país, quienes reconocen las dificultades que enfrentará el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tanto en el ámbito local como en el entorno externo.

     En el llamado Paquete Económico 2020, que incluye los Criterios Generales de Política Económica, La Ley de Ingresos de la Federación y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, así como la miscelánea fiscal, el gobierno planteó los supuestos macroeconómicos para ese año, lo que determina en buena medida los ingresos que espera obtener y, por lo tanto, los gastos que estima realizar.

     Esas estimaciones incluyen un crecimiento del producto interno bruto entre 1.5 y 2.5%, así como un debilitamiento del peso frente al dólar hasta 20 unidades por la divisa estadounidense, además un aumento de 13% en la plataforma petrolera del país y un superávit primario --o la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno, sin considerar el pago de la deuda-- de 0.7% como proporción del PIB.

     Si bien para los analistas esos supuestos son razonables, considerando el horizonte de elevada incertidumbre que vive México, no hacen mucho para reducir los riesgos de un deterioro en la capacidad de pago del país que podrá invitar en los meses siguientes a alguna de las principales agencias calificadoras a modificar a la baja la nota soberana del país o la de la empresa estatal, Petróleos Mexicanos.

     “El presupuesto 2020, incluso si se hizo con la intención de señalar la responsabilidad fiscal, es probable que enfrente presiones de ejecución sustanciales”, escribieron Ernesto Revilla, Sergio Luna, Iván Arias y Julia Bladinieres, analistas de Citigroup, en un reporte. “El objetivo de superávit primario de 0.7% del PIB probablemente será difícil de alcanzar. Una reforma fiscal en 2021 parece inevitable, en nuestra opinión. . . parece un paso en una dimensión más preocupante”.

     La nota crediticia del país está desde hace meses bajo la mira de las principales agencias calificadoras, que incluso cambiaron la perspectiva futura de la economía del pais o, en algunos casos, hasta la recortaron un escalón ante el panorama poco favorable que ven para las fianzas públicas por el apoyo ofrecido del gobierno a Pemex.

     Actualmente, la nota soberana del país por parte de Moody’s Investors Service se ubica en un nivel de 'A3', con perspectiva ‘negativa’, la de Standard and Poor’s está en 'BBB+', igualmente con perspectiva ‘negativa’, y la de Fitch Ratings está en 'BBB', ‘estable’. Estas calificaciones representan el séptimo, octavo y noveno escaños dentro del nivel conocido como grado de inversión.

     Sin embargo, la estabilidad de esas calificaciones podrían estar en riesgo, no sólo por el panorama negativo que tienen tanto Moody's como S&P, sino porque los expertos de esas agencias podrían considera, ante el paquete económico, que podrían seguir deteriorándose ante las posibles presiones que puedan sufrir las finanzas por un menor crecimiento, una menor producción petrolera y un ambiente internacional más adverso, dijeron algunos analistas.

     “El proyecto de ley reduce el objetivo de superávit primario de los precriterios de política económica e incluye estimaciones de ingresos excesivamente optimistas, lo que sugiere la posibilidad de una mayor relación deuda-PIB y, como resultado, un mayor riesgo de una rebaja de la calificación crediticia”, escribió Pedro Tuesta, economista con la consultoría estadounidense Continuum Economics, en un reporte.

     El gobierno confirmó que apoyará financieramente a Pemex con 86 mil millones de pesos (cuatro mil 410 millones de dólares), a través de una inyección de capital y de una reducción de las obligaciones que tiene la empresa con el estado, como ya había adelantado la administración lopezobradorista.

      “Pemex es una empresa que ha estado sobregravada a lo largo del tiempo, y esa es una de las razones por las cuales no ha estado invirtiendo y hemos visto una caída a lo largo de los años. Entonces, lo que estamos haciendo, estamos flexibilizando el régimen tributario de Pemex”, dijo Arturo Herrera, el secretario de Hacienda y Crédito Público, en su presentación del lunes en la conferencia matutina de prensa del presidente. “En la medida en que nosotros estemos invirtiendo en Pemex, tendremos una empresa que es mucho más eficiente, pero también eventualmente vamos a tener más recursos”.

     Algunos sin embargo creen que ese apoyo resultará insuficiente ante las dificultades que enfrenta la mayor empresa del país para revertir la caída de la plataforma de producción de petróleo.

     “En última instancia, la pregunta clave para los inversionistas y los mercados será si la administración está comprometida a cumplir el objetivo fiscal primario”, escribió Alberto Ramos, economista para América Latina con el banco estadounidense Goldman Sachs, en un reporte. “Si a medida que avanza el año hay déficits de ingresos visibles en comparación con los supuestos del presupuesto, o gastos excesivos, ¿está preparada la administración para adoptar medidas correctivas recortando los gastos según sea necesario para cumplir el objetivo al final del año? Esa es la pregunta relevante para los mercados, pero solo el tiempo lo dirá”.

     Finalmente, algunos analistas estimaron que el riesgo de deterioro de las cuentas públicas podría ser parcialmente contrarrestado por las medidas que propuso la administración de López Obrador para mejorar la eficiencia recaudatoria y lograr mayores recursos para seguir adelante con sus planes de gasto en programas sociales.

     “Consideramos favorables las medidas propuestas para mejorar la eficiencia recaudatoria”, escribió el equipo de análisis económico con el banco Banorte Ixe, en un reporte. “Mejorar la eficiencia recaudatoria puede permitir al gobierno incrementar los niveles de inversión en infraestructura y fortalecer los programas sociales, haciendo frente a los retos de mayor crecimiento económico y menor desigualdad”.

 

 


Fecha de publicación: 09/09/2019

Etiquetas: México economía presupuesto finanzas ingresos gastos SHCP Herrera calificadoras