2 de sep. (Sentido Común) -- Los analistas del sector privado que colaboran en instituciones nacionales y extranjeras con operaciones en México ajustaron a la baja sus pronósticos para la inflación y el crecimiento, tanto este año como el próximo, con lo que extienden señales poco favorables para el rumbo económico en el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

     Los economistas de 38 grupos análisis de bancos y casas de bolsa encuestados por el Banco de México recortaron su estimado para el crecimiento del producto interno bruto este año de 0.8 a 0.5% y para 2020 lo bajaron de 1.5 a 1.4%.

     Los expertos en económica del sector privado sumaron así su cuarto ajuste a la baja seguido para el crecimiento de este año y el próximo, con lo que se ubican en sus menores registros desde que el Instituto Central recaba estas dos variables.

     La mayoría de los analistas consultados por el Instituto Central, o el 38% de la encuesta, reiteró que los mayores obstáculos para el crecimiento están relacionados con temas de gobernanza, seguido del nerviosismo sobre la evolución de las condiciones económicas internas, que alcanzaron 33% de las respuestas.

    El bajo crecimiento económico en México durante la primera mitad del año ha sido motivo de preocupación entre analistas y agentes financieros, quienes han venido ajustando a la baja sus pronósticos para las principales variables económicas.

     El producto interno bruto de México tuvo un crecimiento nulo durante el segundo trimestre del año, luego de sufrir un retroceso el trimestre previo, lo que provocó un ajuste a la baja en la estimación de los agentes financieros del país, por lo que ahora nadie ve factible la meta de crece a una tasa de 2% que prometía el gobierno de López Obrador.

     La mayoría de los analistas considera que la debilidad observada en la actividad económica propiciará que el Banco de México recorte al menos una ocasión más su tasa de interés de referencia, que actualmente está en 8%, para dar un impulso adicional a la economía.

     “La publicación de la próxima encuesta tendrá lugar el 1 de octubre. Para entonces, se conocerá la decisión de política monetaria de la reunión de septiembre de Banxico, por lo que las expectativas podrían reafirmarse o presentar un ajuste al alza en caso de que el tono del comunicado no sea lo suficientemente dovish”, escribieron Janneth Quiroz y Marcos Arias, economistas del Grupo Financiero Monex, en un reporte. “Además, se contará con los datos de inflación hasta la primera quincena de septiembre, así como el IGAE de julio y la balanza comercial de agosto, lo que podría brindar indicios sobre el rumbo de la actividad económica en el tercer trimestre”.

     Las respuestas recabadas por el Instituto Central revelan que hay un marcado pesimismo sobre el momento para invertir en México este año y todavía la totalidad de los analistas encuestados dijo que a economía está en un peor momento de lo que estaba hace un año.

     Pese a eso, el porcentaje de analistas que cree que es un mal momento para invertir en México bajó de 77 a 68%, mientras que la relación de encuestados que cree que es buen momento subió de 6 a 1% y quienes no están seguros crecieron de 17 a 22%.

     Hacia adelante, el número de analistas que cree que el clima de los negocios en México va a empeorar bajó de 54 a 46%, mientras el que cree que permanecerá igual subió de 34 a 43%.

     Algunos analistas no descartan que la percepción negativa sobre el crecimiento del país pueda mejorar en la segunda mitad del año, a raíz de un aumento en el gasto público y de las señales menos antagónicas que parece estar enviando el gobierno de López Obrador a los empresarios.

     El pasado 27 de agosto, la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) llegó a un acuerdo con tres de las cuatro empresas propietarias de gasoductos para resolver una disputa contractual que mantenía con ellas desde los primeros meses del año, algo que además de tener implicaciones energéticas favorables para la industria nacional manda, para muchos, una señal de certidumbre para las inversiones en el país por parte de la administración lopezobradorista.

     El gobierno ha dicho desde entonces que algunos de los principales responsables de ese pacto, que evitó escalar la disputa hasta tribunales internacionales, fueron empresarios como Carlos Slim --el hombre más acaudalado de México y quien controlaba uno de los gasoductos a través de su compañía Grupo Carso--, Carlos Salazar --el presidente del Consejo Coordinador Empresarial-- y Antonio del Valle --el presidente del consejo Mexicano de Negocios--, lo que ha sido bien visto por muchos que ven señales de cordialidad.

     Incluso, como parte de su primer informe de actividades en el gobierno, López obrador volvió a lanzar elogios a los empresarios mexicanos y dijo que confía en que logrará mejores tasas de crecimiento económico.

    “Los empresarios están cooperando con mayor compromiso social, invierten, crean empleos, aceptan utilidades razonables y pagan sus contribuciones”, dijo López Obrador en su mensaje, pronunciado el 1 de septiembre en Palacio Nacional. “Todo ello me mantiene optimista, pero sin aflojar el paso, porque el poder es humildad y deber, y no tengo derecho a fallar”.

     Tras la visión menos favorable del crecimiento, los analistas redujeron sus previsiones para el desempeño de la inflación en este año y el siguiente, por las menores presiones esperadas ante el lento avance de la actividad económica.

     Los expertos del sector privado ajustaron a la baja su pronóstico para el desempeño de la inflación este año de 3.66 a 3.36%, con lo que sumaron su tercer mes seguido de reducción en las estimaciones.

     Así mismo, el pronóstico para la inflación del año entrante bajó de 3.6 a 3.56%, luego de cuatro meses seguidos si variación, de acuerdo con los datos de Banco de México.

     La menor inflación esperada en el país sorprende por la debilidad esperada en el mercado cambiario, tanto en este año como en el próximo.

     Los analistas encuestados por Banco de México subieron su pronóstico para el valor del dólar a finales de 2019, de 19.7 a 19.84 pesos, en tanto que para el año entrante lo elevaron de 20 a 20.26 pesos, tras dos meses sin cambio.

Fecha de publicación: 02/09/2019