El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que existieran diferencias entre Carlos Urzúa, el exsecretario de Hacienda, y Raquel Buenrostro, la oficial mayor de Hacienda, que hayan dado pie a la renuncia de Urzúa. Foto de presidencia.

10 de jul. (Sentido Común) -- La sorpresiva renuncia de Carlos Urzúa a su cargo como secretario de Hacienda y Crédito Público abrió la puerta a que Raquel Buenrostro, la oficial mayor de esa dependencia y quien tiene el control sobre los recursos materiales y humanos del gobierno federal, tomara un rol más protagónico en las ya de por sí polémicas compras de la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

     Al llegar al cargo, López Obrador propuso que todas las compras que realizara el gobierno fueran operadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con la intención de tener una mayor supervisión sobre cada peso que se gastara y, al mismo tiempo, lograr ahorros al comprar mayores volúmenes de bienes.

     Esa opción fue, de hecho, una de las mayores apuestas de Urzúa durante los siete meses de su encargo.

     En un encuentro organizado en abril del año pasado por la organización civil Democracia Deliberada, durante la campaña presidencial de López Obrador, Urzúa explicó a los presentes que el programa de compras consolidadas del gobierno era quizá la principal apuesta del gobierno para reducir la corrupción y para obtener los ahorros necesarios para sacar adelante el ambicioso plan de apoyos sociales.

     De ahí que, el 30 de noviembre del año pasado, se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma a la ley de adquisiciones del gobierno federal, la cual daba la facultad de administrar los contratos marco de las compras del gobierno federal al titular de la Secretaría de Hacienda.

     Ahora, sin embargo, previo a su partida, Urzúa delegó esa facultad en la oficial mayor Buenrostro, quien tendrá un mayor poder de controlar las llamadas compras consolidadas de la administración lopezobradorista.

     “Con la finalidad de procurar la mejor organización de trabajo y agilizar el despacho de los asuntos competencia de esta Secretaría, es necesario delegar en favor del Oficial Mayor las facultades que se indican”, dijo el exsecretario Urzúa, en el acuerdo que firmó y se publicó en el Diario Oficial el 8 de julio.

     La decisión permitirá a Buenrostro promover, diseñar, elaborar, celebrar, suscribir y administrar los contratos marco de compras, por lo que puede establecer los lineamientos para coordinar dicho proceso.

     Muchos han criticado al gobierno de López Obrador por las dificultades que está teniendo para ejecutar compras consolidadas, como en el caso de los medicamentos.

     De hecho, al renunciar a su cargo al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Germán Martínez Cázares publicó una dura carta donde acusaba al gobierno de, por un lado, proclamar el término de la época neoliberal y, por el otro lado, de recortar los recursos que tiene el organismo responsable de proveer servicios de salud a los trabajadores del sector privado y a sus familias a tal grado de comprometer la calidad de la atención.

     “El Presidente del Gobierno de México proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el 'cargo' que el 'encargo'”, agregó Martínez Cázares, en la carta donde anunció su renuncia en mayo. “Ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es inhumano. Ese control llega a escatimar los recursos para los mexicanos más pobres”.

     Algunos han señalado a la oficial mayor de ser quien, por cumplir las órdenes de ahorrar recursos de la administración federal, está alentando el proceso de compras de bienes necesarios para la operación de muchas dependencias.

     En su conferencia de prensa matutina de hoy, el presidente López Obrador incluso dijo que era lógico que la oficial mayor enfrentara críticas porque ella es quien tiene la misión de cumplir con la promesa de la llamada austeridad republicana del gobierno.

     “Es una mujer extraordinaria, honesta y que yo respaldo, porque está sometida a fuertes presiones, porque pues era la compra de las medicinas, estamos hablando de eso, la compra del papel, la compra de los alimentos, la compra de los combustibles”, dijo López Obrador en su encuentro matutino con periodistas. “Por eso a ella la ven con malos ojos, porque es la que tiene la responsabilidad de llevar a cabo las compras y de establecer las condiciones para la contratación de servicios, no lo pueden hacer las dependencias”.

     Algunos incluso podrían advertir en la carta de despedida de Urzúa un tinte similar de críticas, al advertir que todas las políticas públicas deben tomarse con base en evidencias y “libre de todo extremismo, sea de derecha o de izquierda”.

     “No es un secreto que el ahora exsecretario de Hacienda tuvo rencillas con. . .Raquel Buenrostro, [quien] tenía a raya, por la austeridad presupuestal, hasta al propio titular de Hacienda”, escribió Mario Maldonado, un analista económico en una columna publicada ayer en El Universal, a raíz de la inesperada renuncia.

     Esa opción, sin embargo, quedó desacreditada en la conferencia de prensa de hoy del presidente, quien confirmó que las diferencias del exsecretario no fueron con la oficial mayor sino con el propio gobierno.

     “No, no fíjense que eso no, Raquel no. Raquel tiene discrepancias porque a ella le toca aplicar la política de austeridad. . . y la meta es ahorrarnos 200 mil millones de pesos”, dijo el presidente en su encuentro con medios, en Palacio Nacional.

     Tras el shock de la salida de Urzúa, muchos vieron con tranquilidad el nombramiento de Arturo Herrera, quien venía fungiendo como subsecretario del ramo, como nuevo responsable de la Hacienda Pública.

     En su primera conferencia de prensa ayer, Herrera Gutiérrez dijo que tenía una buena relación con todo el equipo hacendario y que por ahora descartaba realizar cambios a la organización de esa dependencia.

     Hoy López Obrador dijo que si, llegado el caso, tiene diferencias con Herrera sobre el rumbo que tendrá el país en materia económica buscará convencerlo con argumentos de que la autoproclamada cuarta transformación del país va por el rumbo correcto, algo que no a todos convence.

      “Carlos Urzúa era el ancla del gobierno de AMLO”, escribió el periodista Sergio Sarmiento, en su cuenta personal de Twitter. “Arturo Herrera puede desempeñar ese papel también. Pero de nada sirve tener a especialistas en el gobierno, si no se les hace caso”.

 


Fecha de publicación: 10/07/2019

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