Michael Mays, a la izquierda, de Cockeysville, Md., y Samuel Koch, de Reisterstown, Md., ven la exhibición de fuegos artificiales durante la Extravaganza de Independencia del Condado de Baltimore, el miércoles 3 de julio de 2019, en Cockeysville. Foto AP/Julio Cortez.

4 de jul. (Dow Jones) -- Stephen Pekey dijo que ha recorrido el planeta para encontrar fuegos artificiales que estén a la par en calidad con los que compra de China, pero sin éxito.

     Así que Pelkey se ha unido a cientos de otros dueños de negocios y ejecutivos para pedirles a los funcionarios de la administración Trump que abandonen los planes para imponer aranceles de 25% a 300 mil millones de dólares en importaciones chinas.

     “Sería fantástico si pudiera simplemente decir: ‘Voy a obtener mis contenedores [de fuegos artificiales] de compañías estadounidenses’”, dijo Pelkey, director ejecutivo de Atlas PyroVision Entertainment en Jaffrey, NH. “No existen”.

     El presidente Trump dijo que se necesita una nueva ronda de aranceles para forzar a una recalcitrante China a poner fin a sus prácticas comerciales desleales y ayudar a los fabricantes estadounidenses a competir. Pero con las audiencias públicas sobre los nuevos aranceles, la oficina del representante comercial de Estados Unidos se ha visto inundada con cartas de compañías como Atlas PyroVision que dicen que tienen pocas opciones además de China.

     Un análisis del diario The Wall Street Journal de los datos de importación federales da peso a las reclamaciones. Los artículos que se verán afectados por los nuevos aranceles incluyen 273 categorías de bienes --mismas que van desde fuegos artificiales, carretes de hilo para pescar y mantas eléctricas-- en las cuales China representa más de 90% de las importaciones. El año pasado se importaron de China 66 mil 300 millones de dólares de estos artículos.

     El importador de cortinas para ventanas S. Lichtenberg, que suministra a Walmart, Kohl's y Amazon.com, dejó de coser dobladillos y bolsillos para varilla de cortineros en sus instalaciones de Estados Unidos en 2007. El presidente Scott Goldstein dijo que reiniciar ese trabajo no está entre sus opciones.

     “Ni siquiera sé si podemos conseguir costureras”, dijo Goldstein.

     Bradford Exchange, un fabricante de objetos de colección de Illinois, comenzó a utilizar trabajadores chinos en 1985 para pintar intrincados escenarios en figurillas de porcelana y ensamblar dispositivos que se iluminan y tocan música. Ahora, más de la mitad de sus productos están pintados a mano o involucran trabajo hecho a mano, dijo el presidente ejecutivo Richard Tinberg.

     Hace falta un artesano experto para pintar las figurillas que adornan los cuatro niveles del árbol de Navidad musical giratorio de la compañía, o para armar la mecánica que va dentro de su reloj de pared con la temática de ‘Nightmare Before Christmas’, del que cuelgan personajes y un péndulo oscilante, dijo Tinberg. Ambos productos, hechos bajo acuerdos de licencia con Walt Disney, se venden en aproximadamente 200 dólares cada uno.

     “Hay muy pocas personas aquí que quieran hacer el tipo de trabajo manual detallado en los productos que se venden a la clase media”, dijo Tinberg, cuya compañía registra más de 400 millones de dólares en ingresos anuales.

     Los ejecutivos del fabricante de puertas de seguridad y barras de seguridad para bebés de Regalo International informaron a los funcionarios de comercio de Estados Unidos que la amenaza de aplicar aranceles hace 18 meses los llevó a buscar nuevos socios de fabricación en México y otros países extranjeros que pudieran tener trabajadores de mano de obra más barata.

     Pero la búsqueda fue breve. Vietnam puede manejar pedidos de productos de madera y textiles, pero “tiene una infraestructura muy deficiente en la fabricación de metales”, dijeron los funcionarios de la compañía de Minnesota en una carta. En general, las fábricas no podrían igualar los precios de China o mantenerse al día con las demandas de producción.

     “Ni siquiera estuvieron cerca”, escribieron.

     Strikeforce Bowling, que importa cientos de miles de zapatos y bolsas de bolos de China, comenzó a buscar proveedores alternativos en República Dominicana, Camboya y Bangladesh poco después de que Trump ganó las elecciones en 2016, dijo Bradley Handelman, el presidente de la compañía.

     Pero los proveedores en esos países querían pedidos más grandes de los que él requería, dijo, por lo que su compañía continúa comprando sus productos en China.

     En New Hampshire, Atlas PyroVision solía fabricar sus propios fuegos artificiales. Pero el aumento en los costos obligó a cerrar su fábrica en 1995, dijo Pelkey, y ahora depende casi exclusivamente de las importaciones chinas para realizar espectáculos de fuegos artificiales municipales y vender bengalas y otros productos pirotécnicos a los consumidores.

     De acuerdo con datos comerciales de Census Bureau, Estados Unidos ahora importa de China 86% de los fuegos artificiales utilizados en exhibiciones.

     Pelkey dijo que ha buscado proveedores en países como Vietnam, Camboya, India y México, y aún tiene que encontrar uno que pueda hacer que los fuegos artificiales que tengan la calidad que normalmente ve en los de China.

     Pelkey dijo que resucitar la inactiva industria manufacturera de los fuegos artificiales en Estados Unidos es poco probable, dados los altos costos de los seguros y la estricta regulación que conlleva la fabricación de dispositivos explosivos. También llevaría años contratar y capacitar trabajadores, agregó.

     Sin embargo, algunos fabricantes han presentado comentarios que respaldan o son neutrales sobre los aranceles, incluido el fabricante de asientos para automóviles Dorel Juvenile Group de Columbus, Indiana.

     Los 700 trabajadores de la compañía ahora producen tres millones de asientos al año, y está lista para incrementar su producción, dijo Timothy Gallogly, director de asuntos legales de la compañía, a los funcionarios de comercio de Estados Unidos en una carta el 6 de junio.

     “Dorel confía en que sus trabajadores puedan manejar la capacidad adicional de producción”, dijo Gallogly.

     Aun así, las compañías con la capacidad de aumentar su producción en respuesta a los aranceles chinos son minorías en la industria, dijo Kelly Mariotti, directora ejecutiva de Juvenile Products Manufacturers Association. La mayoría de los productos para bebés que venden las compañías estadounidenses, incluidos asientos para automóvil, cunas, patios de juego y andaderas, se fabrican en Asia, dijo.

     La organización de Mariotti está presionando a los funcionarios de comercio para que retiren los productos para bebés de la próxima ronda de aranceles en un esfuerzo por mantenerlos asequibles.

Traducido por Michelle del Campo  

Editado por Luis Felipe Cedillo

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Fecha de publicación: 04/07/2019

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